LOS OCÉANOS
Los océanos son grandes masas de agua que rodean a los continentes. Solo existe un inmenso océano en el que es posible navegar sin cruzar tierra firme.
Sin embargo, este océano, llamado océano mundial, se dividió históricamente en cuatro: Ártico, Atlántico, Índico y Pacífico.
Debido al perfil del litoral, se han llamado mares, golfos y bahías a las cuencas oceánicas de distinto tamaño, aunque todas son parte del mismo océano, es decir, no existe ningún límite físico entre ellas.
Por ejemplo, el mar Mediterráneo, que separa Europa de África, es parte del océano Atlántico, igual que el golfo de México.
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Se les nombra mares a las grandes cuencas oceánicas próximas a los territorios continentales, tales como el mar Rojo, el mar Caribe y mar de China; los golfos son cuencas cerradas delimitadas
Por regiones continentales estrechas, como el golfo de México o el golfo de California; las bahías corresponden a cuencas pequeñas y cerradas, como la bahía de Acapulco en México, o la bahía de Sidney en Australia, aunque también son denominadas así cuencas grandes como la bahía de Hudson, en Canadá.
El océano cubre más de tres cuartas partes de la superficie terrestre y concentra más de 97% del agua del planeta
Estructura del océano
Dependiendo de las características que se desee ver en el océano, es posible identificar en él diferentes zonas y capas.
Así, según la variación de la temperatura por la vertical, en el océano es posible identificar tres capas: la capa superficial, cálida e influenciada por los vientos, la cual puede alcanzar de 20 a 30 m de espesor.
La capa de mezcla, en la que se presentan variaciones de temperatura y los componentes químicos son mezclados, sólo representa el 2% de la masa oceánica y puede llegar hasta los 150-200 m de profundidad más abajo se encuentra una zona de transición, la termoclina, caracterizada por el rápido decrecimiento de la temperatura en la medida en que se avanza hacia la profundidad.
Las aguas intermedias provenientes de la zona tropical y relativamente menos densas que las aguas formadas en otras latitudes, ocupan la capa entre los 200 y los 2.000 m; las aguas profundas (de los 2.000 m hasta el fondo), de origen polar, con temperaturas cercanas a los 0 °C.
Estas últimas, por ser más frías y densas, recubren el fon- do del mar. De la misma manera, con diferentes propósitos se divide el océano en dos grandes regiones: la región costera y la región oceánica.
La región costera
La región costera está dividida en varias zonas: la intermareal, que es la región más somera, comprendida entre los niveles máximos y mínimos de las mareas; la zona nerítica, situada sobre la plataforma continental hasta los 200 m de profundidad.
En la costa se presenta el proceso de interacción entre el océano y el continente, el cual es bastante activo y controla las formas de la línea de costa.
La región oceánica
La región oceánica, que se extiende desde el límite de la plataforma continental superando los 200 m de pro- fundidad, está dividida en dos zonas: la zona pelágica, que llega hasta los 200-250 m de profundidad, y la zona batipelágica, comprendida desde el límite inferior de la pelágica hasta el fondo del océano.
Según la intensidad de luz que penetra en las aguas, el océano se divide en dos zonas:
- la zona fótica, iluminada por el sol, que se extiende hasta los 200-250 m de profundidad, y a su vez divida en zona eufótica, comprendida entre 0 y 80 m, y zona disfótica, desde los 80 m hasta los 200 m de profundidad; y por último,
- la zona afótica, en donde la luz ya no penetra y que va desde los 200-250 m hasta el fondo.
Propiedades físicas y químicas de las aguas oceánicas
Entre las principales propiedades físicas tenemos:
Densidad de las aguas oceánicas
Es el peso derivado de la cantidad de sales por unidad de volumen de agua. El peso de las aguas oceánicas varía de acuerdo con la proporción de sales y temperatura que tienen. Se considera que la densidad promedio tiene un valor de 1025g/cm3.
Así los mares ecuatoriales tienen menor densidad por su mayor temperatura, mientras que las aguas de los polos pesan más porque su temperatura es cercana al punto de congelación.
Temperatura de las aguas oceánicas
Las radiaciones solares recalientan la capa superficial de las aguas oceánicas, que a su vez transmiten el calor, por contacto, a las capas más profundas constituyéndose así el mar en una reserva de calor, porque si bien las aguas tardan en calentarse, pierden calor con menos rapidez que los continentes.
El mar se convierte así en un regulador térmico, en una reserva de calor que influye decididamente en el clima.
Color de las aguas oceánicas
Las aguas del mar son incoloras y su tonalidad varía principalmente por la profundidad, salinidad, influencia del color del fondo marino y presencia de organismos. Así a medida que el mar es más profundo se ve más oscuro.
Cerca de las playas poco profundas el agua es transparente, pero adquiere un color azul marino, casi negro, en los lugares más profundos. El azul es el color de la atmósfera que refleja el agua.
Entre la principal propiedad química tenemos:
Salinidad de las aguas oceánicas
Es una de las características más importantes de las aguas oceánicas, la cual depende de la concentración de sales.
La salinidad media de las aguas oceánicas es de 35 g/1 de agua. Las sales en disolución que se encuentran con mayor frecuencia son: Cloruro de sodio (sal común), cloruro de magnesio, sulfato de magnesio, sulfato de calcio, sulfato de potasio, carbonato de calcio, etc.
pH de las aguas oceánicas
El agua oceánica es ligeramente alcalina, y el valor de su pH está entre 7.5 y 8.4 y varía en función de la temperatura; si ésta aumenta, el pH disminuye y tiende a la acidez; también puede variar en función de la salinidad, de la presión o profundidad y de la actividad vital de los organismos marinos.
El relieve submarino
En la corteza terrestre bajo el agua es posible distinguir diferentes formas del relieve. Paralela a la costa, a una profundidad promedio de 200 m, se localiza una franja denominada plataforma continental.
Es ancha en el Atlántico, donde puede alcanzar los 150 km, mientras que en sectores de las costas del océano Pacífico es muy angosta.
Generalmente, la plataforma continental está constituida por sedimentos que, desde los continentes, han sido transportados por los ríos.
La plataforma continental termina en una franja en la que el fondo submarino se inclina bruscamente hasta los 4.000 o 5.000 m de profundidad. Esta parte se cono- ce como talud continental.
Después de éste, se encuentra la llanura submarina, que consta de grandes extensiones relativamente planas, localizadas entre 4.000 y 5.000 m de profundidad en promedio, y separadas algunas veces por crestas montañosas (cordilleras), depresiones y fracturas.
Las partes más profundas son las fosas submarinas (para algunos, las simas abisales). La mayor profundidad conocida hasta ahora es la sima de las Marianas (cerca de los 11.000 m), en el océano Pacífico. También se presentan las dorsales, o cordilleras sumergidas en el océano.
El relieve submarino tiene formas similares a las que se presentan en las tierras emergidas: cordilleras, valles, llanuras, volcanes, etc.
Litoral o zona costera
La zona en donde interactúan el océano (mar) y el continente es la línea de costa o litoral. Comprende toda una franja; paralela a esta línea se desarrollan procesos complejos relacionados con la parte continental y de los océanos.
Por ello se le considera una zona especial con características, estructuras y procesos particulares. La zona costera incluye la línea de costa en el continente y en la parte oceánica, la plataforma continental.
En esta zona, los procesos geomorfológicos son bastante rápidos en comparación con otras zonas continentales y oceánicas.
El oleaje, las corrientes marinas, las mareas y otros fenómenos oceánicos erosionan el material sólido de la costa transportándolo y depositándolo en otros lugares de ésta, modificando continuamente su morfología, lo que significa entonces diferentes geoformas, como playas, dunas costeras, entre otras.
Los ríos, por su parte, transportan los sedimentos continentales y los acumulan en el litoral formando los deltas. Gracias a estos fenómenos se forman dos tipos de costas: de erosión y de sedimentación.
Las costas de erosión se caracterizan por presentar peñascos escarpados o acantilados, grutas y farallones.
Generalmente, el proceso activo de erosión ocasionado por las olas, las mareas y las corrientes marinas desmorona los acantilados por la base y acarrea finalmente su desplome y el retroceso de la costa.
De esta manera, se forman las denominadas plataformas de abrasión.
Las costas de sedimentación muestran playas arenosas, arrecifes (si el mar es poco profundo), atolones y deltas.
Los sedimentos aportados por los ríos son transportados por las corrientes. El proceso de sedimentación puede formar nuevas playas, islas y tómbolos en la zona costera y todo un sistema estuarino complejo.
Dinámica de las aguas oceánicas
El movimiento en el océano está generado por una compleja combinación de factores, como las mareas origina- das por la atracción gravitacional del sol y de la luna, el viento que impulsa principalmente la parte superficial formando olas y las diferencias de densidad de sus aguas.
Olas
Son movimientos ondulatorios de ascenso y descenso de la superficie del mar.
El viento es el principal causante de las olas, ya que cuando soplan sobre la superficie del mas origina que las partículas superficiales del agua giren velozmente ascendiendo y descendiendo, sin desplazarse horizontalmente según la intensidad del viento.
Por su origen las olas se clasifican en:
- Olas de oscilación: se les llama así cuando el agua no avanza, solo se describe un giro al subir y bajar casi en el mismo sitio donde inicio su ascenso.
- Olas de traslación: estas se realizan cuando están cerca a la costa, tocan el fondo, avanzan y se estrellan contra el litoral formando abundante espuma; al regresar el agua al mar se origina la resaca.
- Olas libres: se forman sin la presencia del viento en altamar donde se pueden observar que ruedan por varios kilómetros.
Mareas
Son movimientos de ascenso y descenso de las aguas oceánicas, producidas por la atracción de la luna y el sol; siendo mayor atracción de la luna que es de dos tercios mientras que la atracción del sol es de solamente un tercio.
La fuerza de atracción del sol y la luna sobre la Tierra origina un desplazamiento de las aguas, elevándose éstas a cierta altura; al movimiento que se produce con el ascenso de las aguas del mar se le llama flujo y al movimiento de descenso de las aguas se les llama reflujo.
Al iniciarse el flujo, el agua del mar va subiendo lentamente durante seis horas, posteriormente las aguas permanecen estables un periodo muy corto para que comience nuevamente a bajar, se origina el reflujo que durará seis horas.
El nivel máximo que alcanza la marea se le llama pleamar y corresponde al paso de la luna por el meridiano del lugar; y al nivel más bajo se le llama bajamar y corresponde con la salida o puesta de la luna. Existen cuatro tipos de mareas:
- Marea viva: estas se producen cuando la luna y el sol están en una misma dirección con la Tierra, las fuerzas de atracción del sol y de la luna se suman ocasionando una pleamar de gran altura en la parte de atracción así como en su parte contraria. Este tipo de marea se produce también cuando corresponde a luna nueva o luna llena, o sea cada 15 días.
- Marea muerta: se produce cuando la luna y el sol están en cuadratura, las fuerzas de los dos astros tienden a neutralizarse, originando la bajamar que es el nivel más bajo de las aguas del mar.
- Marea alta: es el alto nivel que alcanzan las aguas del mar (flujo), se debe a la atracción de la luna por esa parte la Tierra; debido a la fuerza centrífuga, en la parte contraria de la Tierra, también se forma otra marea alta.
- Marea baja: es el más bajo nivel que alcanzan las aguas marinas, debido a la falta de atracción de la luna en esa parte de la Tierra. Debido a que la rotación de la luna alrededor de la Tierra dura 24 horas, 50 minutos, diariamente se producen dos mareas bajas y dos mareas altas alternativamente en un tiempo de 6 horas, 12 minutos entre pleamar y bajamar y de 12 horas, 25 minutos entre dos pleamares y dos bajamares.
Corrientes marinas
Son masas de agua con una anchura y profundidad variable que se trasladan por rutas definidas a través de los océanos.
Desde épocas antiguas ya se hablaban de la existencia de las corrientes marinas, pues las navegaciones comerciales las utilizaban para desplazarse sin problema de un lugar a otro, estas son el resultado de la combinación de tres factores:
- Diferencia de temperatura: la zona ecuatorial recibe una mayor radiación solar, por esta razón los mares ecuatoriales son más calientes, lo cual dilata sus aguas superficiales y provoca un pequeño desnivel, aunque suficiente para que el agua se deslice hacia los polos.
- Rotación terrestre: es un giro en virtud del cual tanto los vientos como las corrientes se desvían hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur a partir de su punto de partida, a esto se le conoce como efecto Coriolis.
- Viento: este modifica la acción de las corrientes, en los trópicos los vientos alisios llevan las aguas en dirección oeste hacia el ecuador y en latitudes superiores, los vientos del poniente las llevan en dirección opuesta originando así la circulación oceánica.
De acuerdo con su temperatura las corrientes marinas se clasifica en:
- Corrientes cálidas: estas se mueven de las zonas ecuatoriales hacia latitudes mayores, son superficiales y transmiten calor al aire que las contacta; de esta forma la temperatura y la humedad aumentan propiciando a la formación de lluvias, modifican el clima local.
- Corrientes frías: estas parten de las zonas polares hacia latitudes ecuatoriales, bajan la temperatura del aire y disminuyen la cantidad de humedad, dificultando la formación de lluvias, además están relacionadas con los grandes bancos de pesca.
Las principales consecuencias de las corrientes marinas son de que regulan el clima, los lugares cercanos a donde se presentan sufren cambios climáticos, ya que influyen en el régimen pluvial, en la temperatura y en el viento; también influye en la velocidad las cuales benefician a las rutas de navegación.
Entre las corrientes marinas más importantes se encuentran: Kuro Shivo, del Golfo, del Perú o de Humboldt y la del Niño.
Gracias por compartir tan excelente material.