Cómo aplicar la escala likert en clases

Cómo aplicar la escala likert en clases

En la actualidad, la aplicación de la escala Likert en entornos educativos ha ganado relevancia como herramienta efectiva para evaluar percepciones y actitudes de los estudiantes. Al integrar esta metodología en clases, se fomenta la participación activa y se obtiene una comprensión más profunda de sus opiniones.

La versatilidad de la escala Likert permite a los educadores medir con precisión desde la satisfacción con la metodología de enseñanza hasta la percepción del clima de aula. Este artículo explorará cómo implementar de manera efectiva esta escala en el aula, destacando su impacto positivo en la retroalimentación, la toma de decisiones pedagógicas y el compromiso estudiantil, transformando así la experiencia educativa.

La escala Likert

La escala Likert es muy similar a la lista de cotejo, pero se diferencia de esta en que permite realizar una evaluación graduada de la conducta o rasgo observado.

Se describe el grado de intensidad o frecuencia de una conducta o característica. La gradación suele estar dada por al menos tres niveles, pudiendo llegar a cinco como máximo.

Pasos para la construcción de la escala Likert

Para la construcción óptima de las escalas Likert, se deben considerar los siguientes aspectos:

  • definir o establecer con qué fines, objetivos o metas voy a utilizar la escala de apreciación. Esto debe ser comunicado a quienes se les aplicará el instrumento para resguardar en todo momento la transparencia del proceso evaluativo;
  • redactar correctamente las instrucciones de su uso: marcar con una X, encerrar en un círculo, etc. Esto, es especialmente importante para el caso de una escala de valoración autoadministrada;
  • describir, de manera concreta, específica y representativa, los criterios que se van a evaluar. Al respecto, Casanova (2007:165) señala que la redacción de los criterios debe permitir evaluar solo un aspecto, tarea o conducta, y no dos;
  • elaborar entre tres y cinco niveles de apreciación o grados para evaluar la presencia de una conducta, habilidad, o destreza del estudiante. De acuerdo con Himmel, Olivares y Zabalsa (1999), es recomendable que estos niveles sean excluyentes entre sí, y que sean redactados como aseveraciones (afirmaciones positivas);
  • formular un número de criterios de acuerdo con el nivel de especificidad que se quiere evaluar el rasgo o conducta. Se sugiere que los criterios no sean más de diez, principalmente si son desagregados en indicadores;
  • consignar al inicio del instrumento la descripción concreta de lo que representa el número para los respectivos niveles de apreciación. Esto en el caso de que utilice una escala de estimación numérica;
  • utilizar para las escalas de estimación gráfica (y gráfico-descriptiva) niveles de apreciación articulados en números pares (cuatro o seis). Los números impares tienen el problema de impulsar al evaluador a utilizar los valores intermedios. Esto resta objetividad y precisión al proceso de evaluación.
La escala Likert
La escala Likert

Ejemplo de escala Likert gráfica

Ejemplo de escala Likert gráfica
Ejemplo de escala Likert gráfica

Cuando se van a utilizar las escalas de apreciación, para instancias de evaluación sumativa, se deben asignar a cada nivel de apreciación los puntajes correspondientes. Por ejemplo:

Escala Likert con puntuación
Escala Likert con puntuación

Finalmente, es recomendable que las escalas Likert sean sometidas a juicios de pares expertos, que validen su construcción y uso dentro de la disciplina en la que se va a aplicar.

Más ejemplos de escala Likert

Ejemplo de escala Likert para una dramatización realizada por estudiantes
Ejemplo de escala Likert para una dramatización realizada por estudiantes
Escala Likert que mide frecuencia de un rasgo en estudiantes
Escala Likert que mide frecuencia de un rasgo en estudiantes

Referencias

CASANOVA, M. Antonia. 2007. “Evaluación: concepto, tipología y objetivos”. Capítulo 3 de: Manual de evaluación educativa. Madrid: La Muralla.

MUÑOZ, Enrique. 2010. Capítulos 3, 4 y 5 de: Talleres para la construcción de instrumentos evaluativos en educación. Santiago: Bibliográfica Internacional.

HIMMEL, Erika, M. A. Olivares y Javier Zabalza. 1999. Hacia una evaluación educativa. Aprender para evaluar y evaluar para aprender. Vol. I. Santiago: Puc y Mineduc.

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