LOS ALIMENTOS
Los alimentos son productos naturales o elaborados que proporcionan las sustancias que las células necesitan para vivir.
Estas sustancias, conocidas como nutrientes, son indispensables para llevar a cabo las funciones vitales y obtener la energía que el cuerpo requiere para desarrollar las actividades diarias como estudiar, caminar y dormir.
Los alimentos, de acuerdo con su función y el tipo de nutrientes que aportan al organismo, se clasifican en constructores, reguladores y energéticos.
La energía en los alimentos
Las calorías (cal) son las unidades que se usan para medir la energía de los alimentos y la energía que se consume durante una determinada actividad.
Por ejemplo, el cuerpo en reposo consume 1 500 calorías por día; el ejercicio incrementa de manera significativa los requerimientos calóricos: un atleta puede elevar temporalmente su consumo calórico desde una caloría por minuto en reposo a casi 20 durante el ejercicio intenso.
En la tabla anterior encuentras algunos valores de consumo energético medidos en calorías para diferentes actividades cotidianas
La composición química de los alimentos
Los alimentos también se clasifican de acuerdo con su composición química. A simple vista no hay semejanzas entre productos como la leche y el pan, pero al analizar su composición química se observa que comparten los mismos componentes: sustancias inorgánicas y sustancias orgánicas.
Las sustancias inorgánicas
Las sustancias inorgánicas son aquellas que no presentan átomos de carbono dentro de su estructura química como el agua y las sales minerales; por lo tanto, no son exclusivas de la materia viva.
- El agua es el compuesto más abundante en los seres vivos. El cuerpo humano pierde agua continuamente y necesita reponerla con la alimentación. Además del agua que bebemos, los alimentos líquidos e incluso en los sólidos, la contienen en mayor o menor proporción.
- Las sales minerales son esenciales para el crecimiento; generalmente se consumen en pequeñas cantidades y se encuentran disueltas en los líquidos del cuerpo como la sangre, las lágrimas y el sudor.
En la siguiente tabla se muestran las principales funciones de algunas sales minerales.
Las sustancias orgánicas
Las sustancias orgánicas son aquellas que presentan carbono dentro de su estructura química como los carbohidratos, los lípidos, las proteínas y las vitaminas.
- Los carbohidratos son los encargados de aportar la energía necesaria para realizar las actividades diarias; la mayoría tiene sabor dulce y por eso se conocen como azúcares. La glucosa es un azúcar que no se puede descomponer en otros más sencillos.
La maltosa se forma por la unión de dos moléculas de glucosa. El almidón y la celulosa son carbohidratos complejos que no tienen sabor dulce; sus moléculas son muy grandes por lo que se llaman macromoléculas.
- Los lípidos son los encargados de aportar energía de reserva para el cuerpo cuando carece de carbohidratos; se disuelven poco o nada en agua. Pueden ser de origen vegetal o de origen animal. Los de origen vegetal o grasas insaturadas son líquidos a temperatura ambiente y se denominan aceites. Los de origen animal o grasas saturadas son sólidos y se conocen como sebos.
- Las proteínas ayudan al crecimiento, la regeneración y la reparación de los tejidos del cuerpo. Están conformadas por la unión de centenares o miles de moléculas más simples denominadas aminoácidos.
Hay 20 aminoácidos distintos que se combinan y configuran las proteínas; estas se diferencian entre sí en el número, el tipo y la disposición de los aminoácidos que las forman.
Entre las proteínas más comunes están la hemoglobina, presente en la sangre, y la ovoalbúmina, presente en el huevo.
- Las vitaminas son esenciales para el buen funcionamiento corporal; se requieren en pequeñas cantidades en comparación con otro tipo de sustancias como los carbohidratos. El cuerpo humano no las elabora por sí mismo, por lo que deben consumirse dentro de la dieta. En el siguiente esquema puedes observar las funciones de los principales grupos de vitaminas.
Importancia de los nutrientes
Las células utilizan los nutrientes para llevar a cabo sus funciones vitales y fabricar sus propias sustancias. Así, las células crecen, se dividen y originan nuevas células.
La síntesis o formación de materia propia es especialmente importante en la época de crecimiento, pero se mantiene durante toda la vida.
Muchas células, como las de la piel y las de la sangre, sobreviven unos pocos días y son sustituidas por otras nuevas.
Otras no se dividen o lo hacen a un ritmo muy lento; aun así necesitan renovar sus componentes para mantenerse con vida.
Los nutrientes orgánicos que llegan a las células se utilizan como combustible para la respiración celular, que sucede en las mitocondrias.
- Consumo de oxígeno.
- Liberación de energía que es utilizada por las células.
- El agua es uno de los productos de este proceso.
- El dióxido de carbono es un residuo que es expulsado al medio externo.
En ausencia de glucosa, los lípidos y las proteínas pueden utilizarse como fuente de energía. En el caso de las proteínas, los aminoácidos que las constituyen contienen nitrógeno que puede ser tóxico para el organismo, por lo que se desecha en forma de urea.