PRIMERAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN OBRERA
Con el desarrollo de la producción y el comercio a gran escala, la situación para los sectores pobres de la población se hizo cada vez más difícil, pues mientras los campesinos fueron desalojados de sus parcelas y arrojados a las nacientes ciudades los artesanos eran remplazados por las máquinas, generando grandes niveles de desempleo.
Mientras este fenómeno sucedía, en el Parlamento, el máximo órgano político y legislativo de Inglaterra, se aprobó una ley sobre el vagabundaje, penalizando esta falta con cárcel la primera vez y con la pena de muerte si se llega a reincidir.
Es decir, por un lado, se dejaba sin trabajo a los campesinos y a los artesanos y, por otro, se les castigaba si no estaban haciendo nada.

Origen de los movimientos obreros

Otra forma de organización llevada a cabo en las primeras etapas fue EL CARTISMO. De corte más político, apuntaba a una reivindicación del sector obrero, apelando a que cuando los trabajadores alcanzasen el poder político, podrían elaborar leyes que favoreciesen a su clase.
Demandaban, entre otras cosas, sufragio universal y supresión de las condiciones para ser parlamentario, para acercar a las masas obreras a la acción política.
Una de las más extendidas formas de organización de los trabajadores fueron las denominadas SOCIEDADES DE SOCORROS MUTUOS, cuya finalidad era asociar a los obreros procurando la ayuda entre los mismos trabajadores, sobre todo en caso de desempleo o de enfermedad, para lo cual creaban un fondo a través del cobro de cuotas.
Esta experiencia se expandió posteriormente a la mayoría de los oficios.
Los sindicatos
Fuera de estas situaciones hay que tener en cuenta que los capitalistas integraron a la producción a mujeres y niños con lo cual cada vez habían más obreros y menos trabajo.
Es decir, más mercancía (mano de obra) y menos compradores (menos empleo), con lo cual los salarios bajaron de manera alarmante, a tal punto que no alcanzaban para dar sustento a las familias, ahondando los problemas de miseria de la población.
Entre tanto, los capitalistas aumentaban sus ganancias a costa del pago de bajos salarios y el aumento de la producción por la incorporación de nuevas tecnologías.
Todas estas condiciones obligó a los obreros a buscar nuevas formas de organización y lucha, que les diera mayores resultados y menos riesgos para su vida; es así, como surgió una nueva forma de organización con una nueva estrategia: el sindicato y la huelga.
Los sindicatos eran organizaciones de trabajadores que se asociaban para exigir mejores condiciones de trabajo y mejores salarios, ya no buscaban destruir las máquinas o escribir cartas, sus peticiones eran más directas y estaban relacionadas con alcanzar niveles de vida dignos y una menor explotación.
La nueva organización o asociación de los trabajadores buscó nuevas estrategias para plantear sus peticiones.
Una de ellas fue la huelga o el paro, que consistió, al principio, en que los trabajadores ingresaban a la fábrica, pero no trabajan e impedían el funcionamiento de las máquinas.
Una vez desalojados por la fuerza, su táctica era impedir el funcionamiento de la fábrica, por un lado no trabajando y por otro impidiendo que otros fueran contratados en su remplazo.
La huelga o el paro, fueron una de las mejores estrategias de lucha, pues al paralizarse la producción el capitalista entraba en pérdidas y se veía en la obligación de negociar.
Las bases políticas del movimiento obrero
Durante el siglo XIX, algunos filósofos empezaron a desarrollar doctrinas que buscaban la creación de una sociedad distinta a la capitalista.
Con el tiempo, muchos obreros las adoptaron como bases políticas de su movimiento. A estas doctrinas o ideologías se les considera ideas políticas de izquierda y algunos ejemplos son: el socialismo utópico, el socialismo científico y el anarquismo.
Los obreros europeos se unieron y crearon asociaciones más grandes que se sustentaban en las ideas de teóricos como Karl Marx, Friedrich Engels y Mijaíl Bakunin.
La primera Asociación Internacional de Trabajadores surgió en 1864, pero desapareció pocos años después por los desacuerdos entre socialistas y anarquistas.
En 1889 se organizó la II Internacional, para coordinar los programas y la actuación de las organizaciones obreras de ideología marxista.
La II Internacional creó algunos de los símbolos de identidad del movimiento obrero: la conmemoración del Primero de Mayo y el himno de la Internacional. El movimiento obrero consiguió logros importantes en materia de leyes laborales.
El socialismo utópico en el origen del movimiento obrero
Los socialistas utópicos estaban a favor de la innovación técnica, pero rechazaban la explotación de los obreros.
Pensadores como Saint-Simon, Charles Fourier y Robert Owen propusieron una nueva sociedad organizada en comunidades libres e igualitarias, con métodos de producción cooperativos. Estas comunidades ideales llevarían la abundancia a todos sus miembros.
El marxismo o socialismo científico

Uno de los principales exponentes de este pensamiento fue Marx, quien propuso la unión de los obreros del mundo para luchar contra la explotación y la posterior instauración del comunismo-socialismo.
Marx criticó a sus antecesores, que proponían el socialismo acudiendo a la buena voluntad de los capitalistas; es decir, a que estos repartieran sus bienes por conciencia.
A quienes esperaban que el socialismo surgiera por el sólo deseo, se les llamó los socialistas utópicos.
A quienes, como Marx, proponían el comunismo-socialismo por medio de la lucha de clases, es decir entre pobres y ricos, se les llamó los socialistas reales o materialistas.
Pero Marx fue más allá. Generó una corriente de pensamiento en la cual demostraba la explotación del hombre a través de la historia.
Él afirmaba que las cosas sucedían debido a las condiciones reales y materiales entre los seres humanos, y que la sociedad se regía por otras leyes, como la ley de los contrarios: existe la luz, porque existe la oscuridad, hay pobreza porque existe la riqueza, entre otros.
A esta corriente de pensamiento se les llamó el materialismo histórico.
El socialismo y el comunismo, en términos generales, buscan lo mismo: una sociedad ideal en la que no existan ricos ni pobres y en donde los medios de producción pertenezcan por igual a todas las personas;
La única diferencia entre los dos, es que Marx afirmaba que luego de la toma del poder por los pobres se debería instaurar el comunismo que gobernaría por medio de un partido único y todos los medios de producción pasarían a ser administrados por el Estado.
Luego vendría una nueva fase, el socialismo, en donde todo sería de todos y los medios de producción pasarían a ser administradas por los mismos trabajadores.
El anarquismo en el origen del movimiento obrero

Quizá el concepto más significativo en el que se basó el crecimiento del movimiento obrero organizado fue la lucha de clases.
Esta supuso la toma de conciencia de los trabajadores de que pertenecen a una clase social diferente que sus patronos y que para mejorar su situación el camino más adecuado era el de la lucha.
Sin duda, la principal arma obrera en esta lucha de clases ha sido la huelga, en la que los trabajadores tratan de convencer a los patronos de sus exigencias mediante una demostración de fuerza de los trabajadores, paralizando la producción.