GENÉTICA MENDELIANA
La genética mendeliana fue dasarrollada por Gregor Mendel (Heizendorf, 1822- Brno, 1884) fue un monje agustino que actualmente está considerado el «padre de la genética».
En la época en la que vivió Mendel, numerosos investigadores, llamados hibridadores, se dedicaban a cruzar diferentes organismos y estudiar cómo eran los descendientes.
Mendel fue uno de ellos, pero el éxito de sus observaciones reside en la simplicidad del diseño experimental que utilizó:
Al contrario que sus coetáneos, solo estudiaba la herencia de uno o dos caracteres como máximo.
Además, los caracteres estudiados eran fáciles de observar y el organismo utilizado (guisantera de jardín) era fácil de mantener y de controlar su fecundación, además de presentar un tiempo de generación relativamente corto.
Para iniciar su estudio, partió de lo que él llamaba razas puras (se corresponde con lo que hoy llamamos homocigotos) para el carácter que estudiaba
Cuando Mendel desarrolló su investigación, aún no se conocían ni el ADN, ni los cromosomas, ni la meiosis. Dedujo sus leyes a partir del estudio estadístico de los resultados que obtuvo. A partir del análisis estadístico de sus resultados, enunció sus tres leyes:
Leyes de Mendel
Primera ley de Mendel: uniformidad de los híbridos de la primera generación filial
Primero, estudió la transmisión de un carácter, el color de la semilla. Para la primera generación, o generación parental (P), cruzó dos plantas de raza pura, una de semillas amarillas (AA) con otra de semillas verdes (aa).
Las plantas de la primera generación filial (F1) presentaron todas las semillas amarillas. El color de semilla amarillo dominaba sobre el verde. Al cruzar dos variantes puras se origina descendencia uniforme, en genotipo y fenotipo.
Segunda ley de Mendel: segregación de caracteres antagónicos de la segunda generación filial
Mendel dejó autofecundarse las plantas de la F1, ya que sus flores son hermafroditas, tienen estambre y pistilo. Obtuvo una segunda generación filial (F2) de plantas con semillas amarillas y verdes, en proporción 3:1.
El carácter desaparecido en el fenotipo de F1 volvía a aparecer en F2; debía de estar «oculto», por tanto, en el genotipo de F1.
El descubrimiento reafirmó la idea de que un carácter domina (el carácter dominante) sobre el otro (el carácter recesivo). Cada alelo se separa y se distribuye en los gametos de forma independiente.
Tercera ley de Mendel: independencia y libre combinación de factores hereditarios
Mendel investigó si sus conclusiones se cumplían también en la transmisión de dos caracteres hereditarios. Cruzó plantas de guisantes de líneas puras para dos caracteres de semilla, color y forma.
Consideró lo siguiente: P, generación parental: plantas de semilla amarilla y lisa x plantas de semilla verde y rugosa, F1, generación filial: obtuvo todas las plantas con semillas amarillas y lisas.
Dejó auto- fecundarse la F1, resultando las combinaciones indicadas en la F2 del cuadro. Los alelos de un gen se heredan de forma independiente y se combinan al azar y de todas las formas posibles con otros alelos en la descendencia.
Mendel no solo experimentó con dos caracteres de dos variantes opuestas en plantas de guisante. Estudió siete caracteres, además de la forma y el color de la semilla:
- el color de las flores (púrpura o blanca)
- su posición (axial o terminal)
- la forma y
- el color de la vaina (lisa o estrangulada y verde o amarilla), y
- la talla de las plantas (normal o enana).
Acertó al seleccionar la planta de guisante como su modelo de estudio, ya que al utilizar una especie autógama se aseguraba de que las variedades eran líneas puras, constituidas por individuos idénticos y homocigóticos.
Inició sus experimentos fijándose en un solo carácter, con lo que obtuvo proporciones numéricas fáciles de analizar e identificar.
Así, a partir del número de individuos obtenidos propuso proporciones sencillas y utilizó relaciones estadísticas en varias generaciones sucesivas.
Excelente información colega Rojo Tsetung.¡Muchas gracias!
gracias por apoyar mi trabajo