CUÁLES FUERON LOS MITOS DE LA EDAD MEDIA

LOS MITOS DE LA EDAD MEDIA 

 

En la cultura popular existían vestigios religiosos pre-católicos. Esa imaginería popular fue utilizada por el Estado y la Iglesia como antítesis de sus ideas y criterios, al no poder eliminarlas. 

Gran parte de las concepciones originales se transformaron por no tener un sustento escrito (las tradiciones se mantuvieron durante siglos en forma oral) o se perdieron, o fueron eliminadas por el peso de los nuevos pensamientos que las reemplazaban en todo o en parte. 

 

Durante la Edad Media, los dragones llenaron la imaginación de la gente, y fueron protagonistas de múltiples historias. Fueron representados en el arte, la heráldica, las casas, palacios e iglesias. 

 

Asimismo, en las narraciones, el dragón aparece muchas veces como guardián de doncellas prisioneras, dotado de poderes sobrenaturales que se temen y que a la vez se procuran dominar, pero también a veces son grandes aliados, sabios compañeros y amigos.

 

CUÁLES FUERON LOS MITOS DE LA EDAD MEDIA

Para el cristianismo, que lo vincula con el mal en El Apocalipsis (libro del Nuevo Testamento) de San Juan, el dragón aparece vencido por la fe: la leyenda más popular de esta época fue la de San Jorge y el dragón.

 
Este santo se convirtió en guardián de los cruzados y patrón de todo lo que tenía que ver con caballeros, armas y luchas. Fue el santo protector de Cataluña, Inglaterra, Aragón, Italia y Grecia, y venerado en toda la cristiandad. 
 
Naturalmente muchos de los caballeros que pueblan los libros medievales fueron también matadores de dragones.

En la actualidad, historiadores de todo el mundo adjudican la difusión de la figura del dragón al hecho de que la Iglesia no pudo convertir en la época de las cruzadas, a las culturas orientales al cristianismo; razón por la cual, los dioses orientales fueron convertidos en los demonios de esta religión occidental. 

 

La brujería y diversos elementos mágicos también formaron parte de ese universo mítico religioso que inunda la cosmogonía de la Edad Media. 

 

Se creía que existía el diablo, y que tenía ayudantes: los demonios, los duendes, los espíritus, las apariciones…

El diablo podía establecer pactos con las personas o incluso poseerlas; los brujos y brujas supuestamente eran sus servidores, y por ello tenían ciertos poderes para curar o mediante hechizos provocar enfermedades o calamidades. 

Había individuos que tenían la brujería como oficio: se decía que podían .conjurar a los espíritus., adivinar el futuro, hacer maldades, transformar personas en animales. 

 

Los mitos populares de la época medieval y moderna afirmaban que las brujas se reunían localmente con el diablo en el aquelarre o asamblea a la que llegaban volando en escobas encantadas y realizaban misas negras (parodia de la misa católica).

 

En las reuniones regionales o sabbats (provocando con ese nombre a la tradición judeo-cristiana de .honrar el sábado.) se juntaban cientos de asistentes.

Las noches de brujas, que movilizaban supuestamente a todas hacia sus sitios de reunión en los montes, correspondían significativamente a las épocas del año en que, en el neolítico, se realizaban ritos de fertilidad, para lograr que la naturaleza no muriera en el invierno y concediera buenas cosechas en el verano. 

 

Las principales reuniones se celebraban el 31 de julio y el 1 de febrero. De este modo, la brujería permanecía subterráneamente ligada a las antiguas religiones germánica y celta.

 

CUÁLES FUERON LOS MITOS DE LA EDAD MEDIA

 

La acusación de brujería era muy grave. Sirvió para culpar de herejía a muchos inocentes a fines de la Edad Media y comienzos de la Era Moderna.

 

Entre los siglos XIII y XVII, decenas de miles de personas (se habla hasta de 500.000) fueron conducidas ante tribunales civiles o eclesiásticos, y muchas de ellas fueron condenadas y ejecutadas, después de que se las obligaba a confesar mediante torturas, y sin derecho a defensa. 

 

La oposición de la Iglesia a la magia fue un lógico desarrollo de su prédica para extirpar el paganismo de las antiguas colonias romanas.

Pero a partir de la creación del Tribunal de la Inquisición, en el siglo XIII, la oposición y el rechazo se convirtieron en persecución y enjuiciamiento sistemáticos, en el marco de la lucha general contra las herejías y disidencias. 

 

En realidad, todos esos elementos cargados de un fuerte contenido mágico tienen una raíz común: son elementos que pertenecen a concepciones y prácticas religiosas ligadas a la naturaleza, anteriores y contemporáneas al cristianismo. 

Fueron utilizadas por éste en un doble sentido: con el fin de unificar la ideología y la práctica del catolicismo en el ámbito público, y construir un enemigo bien definido, síntesis de esas concepciones, que se desarrolla en un ámbito oculto caracterizado por el delito y la maldad, y que por negación potencian la doctrina cristiana.

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