Gobierno de Pedro Alcántara Herrán (1841-1845)
En 1841, el general Pedro Alcántara Herrán llegó a la presidencia en medio de la guerra. Tras lograr la victoria sobre los insurrectos, promulgó la Constitución de 1843, la cual se caracterizó por su tendencia centralista, por fortalecer el poder ejecutivo en detrimento de los demás y por declarar a la religión católica como propia de la Nueva Granada.
Otra obra importante de su gobierno fue la reforma educativa de 1842, ya que amplió la infl uencia de la Iglesia católica en la sociedad, puesto que permitió la fundación de colegios religiosos, la creación de misiones y el retorno de los jesuitas al país, expulsados desde 1767.
El gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849)
El general Alcántara fue reemplazado en la presidencia por el también general Tomás Cipriano de Mosquera.
Este gobierno se caracterizó por implantar una serie de reformas progresistas, fundamentadas en el liberalismo económico y la construcción de vías de transporte. Algunas fueron:
- Regularización de la navegación a vapor por el río Magdalena el inicio de la construcción del ferrocarril de Panamá.
- Terminación del monopolio del Estado sobre el tabaco y la reducción de los aranceles para importaciones. Esto último obligó a los artesanos locales a competir con productos extranjeros.
- Unificación de los sistemas monetarios, de pesas y medidos conforme al sistema decimal.
La formación de los partidos políticos
Los partidos evolucionaron formalmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Por esta época circulaban, entre algunos sectores intelectuales del país, periódicos de países europeos lo que permitía conocer su realidad social y política.
Asimismo, las revoluciones de 1848 influyeron en Colombia y se evidenció en la formación de diversas clases de sociedades: democráticas, republicanas, católicas y partidos políticos.
En 1848, Ezequiel Rojas publicó la base programática del Partido Liberal en el periódico El Aviso. Un año después, Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro publicaron el programa conservador en La Civilización.
Gobierno de José Hilario López (1849-1853)
El general José Hilario López siguió los postulados del programa liberal, y aprovechando el apoyo de las Sociedades Democráticas conformadas por los artesanos, logró alcanzar la presidencia en 1849.
Durante su gobierno se aplicaron una serie de cambios económicos, políticos y sociales, conocidos como las reformas liberales de mitad de siglo, que tenían como objetivo transformar las estructuras sociales heredadas de la Colonia en función de una inserción exitosa a la economía mundial.
En los primeros años del gobierno de López, los conservadores tuvieron la mayoría en el Congreso, en consecuencia, las primeras reformas fueron moderadas y consistieron en:
- Supresión definitiva del estanco del tabaco.
- Conversión de Panamá en una zona de libre comercio.
- Creación de nuevas provincias.
- Eliminación de los resguardos.
- Abolición de las tierras comunales cercanas a las ciudades.
Este período de consenso político terminó cuando el presidente ordenó la expulsión de los jesuitas en 1850, medida que aumentó la tensión entre los dos partidos.
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Reformas radicales (1851-1852)
En 1851 los liberales alcanzaron la mayoría en el Congreso y propusieron reformas radicales, siendo las principales:
- La abolición de la esclavitud.
- La eliminación del fuero eclesiástico en materia civil y penal.
- La supresión del cobro de los diezmos y alcabalas.
- La aprobación de la libertad absoluta de prensa.
Crisis del reformismo liberal
La guerra civil de 1851
La proclamación de las reformas liberales, especialmente las que involucraban la liberación de la mano de obra esclava y la cuestión religiosa, originaron la guerra civil de 1851.
Los esclavistas conservadores del Cauca y Antioquia, liderados por Manuel Ibáñez, Julio Arboleda y Eusebio Borrero, se enfrentaron al gobierno de José Hilario López para frenar el proceso de manumisión.
En el Cauca, Julio Arboleda logró reunir un ejército de 400 combatientes con el apoyo de hombres y armas del Ecuador, y realizó acciones guerrilleras en las provincias de Pasto y Túquerres; sin embargo, el ejército neogranadino, con unos 2 500 efectivos en la zona, logró derrotar a los insurrectos.
Para controlar la situación en Antioquia, se envió desde Bogotá al general Tomás Herrera con 1 000 soldados y luego de varios enfrentamientos la provincia se rindió.
También se presentaron levantamientos conservadores en Mariquita y Neiva, que fueron controlados por el ejército.
Para el 15 de agosto, el gobierno dispuso el indulto de los rebeldes, con excepción de los principales líderes. La derrota conservadora permitió la consolidación de la hegemonía liberal mediante la Constitución de 1853.
La Constitución de 1853
Los liberales promulgaron una nueva constitución el 30 de mayo de 1853. Con esta se buscaba solucionar la organización institucional del país a partir de un modelo que combinaba el centralismo y un régimen administrativo basado en principios federales. Las principales reformas de esta constitución se agruparon en cuatro temas:
El artesanado y la política
Entre los sectores urbanos que no pertenecían a las élites, los artesanos eran los más propensos a participar en la política partidista con programas en favor de sus intereses.
La protección arancelaria para sus productos era el punto clave de su plataforma, aunque también estaban interesados en la capacitación industrial y una serie de mejoras cívicas.
Consecuente con sus necesidades, este sector fue sorprendido por el reformismo liberal de Mosquera y apoyó a José Hilario López a llegar a la presidencia. Sin embargo, se sintieron traicionados cuando López prosiguió con las políticas de su antecesor.
Repentinamente, ellos se vieron obligados a competir con mercancías extranjeras, que eran más baratas que las que se fabricaban con técnicas tradicionales.
Frente a esto, las organizaciones artesanales pidieron al gobierno que elevara los aranceles de los productos que competían con sus actividades.
Ante este panorama, los artesanos se organizaron políticamente en un comienzo en el Partido Liberal, y combatieron el librecambio, sobre todo en Bogotá y Cartagena, donde su efecto fue más notorio.
La resistencia artesanal se organizó en sociedades democráticas cuyos objetivos eran de tipo económico, para defenderse del librecambio; sociales, como fondos de ayuda mutua, y políticos, como ámbitos de agitación y propaganda del naciente Partido Liberal.
El golpe militar de José María Melo
Entre los liberales se generó una división que enfrentó a los partidarios radicales del librecambio, conocidos como gólgotas, y aquellos que se aglutinaban en torno a las tesis del proteccionismo, más identificados con los sectores populares y los artesanos, y eran conocidos como draconianos.
Para las elecciones de 1853, el candidato de esta última facción, José María Obando, derrotó a los gólgotas y conservadores.
Al inicio de su gobierno, los partidarios de Obando eran superados en el Congreso por la alianza de gólgotas y conservadores, razón por la cual no se implementaron medidas proteccionistas.
La oposición también propuso la disminución del ejército y la supresión de algunos rangos. Esta situación llevó a la construcción de una alianza entre militares y artesanos descontentos, quienes dieron un golpe de Estado, el 17 de abril de 1854, bajo el mando del general José María Melo.
El golpe originó una guerra civil en la que Tomás Cipriano de Mosquera, Pedro Alcántara Herrán, Tomás Herrera y José Hilario López se levantaron contra los golpistas.
Melo resistió algunos meses en el poder con el apoyo de los artesanos; sin embargo, el 4 de diciembre de 1854 fue derrotado cuando los cuatro generales y 14 000 soldados se tomaron la capital.
Como resultado de este conflicto, los draconianos desaparecieron políticamente y la política librecambista fue apoyada por algunos sectores del conservatismo interesados en vincularse a las actividades de importación y exportación.