Que es el relieve
El relieve es el aspecto de la superficie terrestre prescindiendo de los elementos bióticos.
La representación de ese relieve se realiza en forma de mapas, que reciben el nombre de mapas topográficos. En el relieve se pueden identificar algunas formas que se repiten con frecuencia: cerros, llanuras, valles, montañas escarpadas, etc.
Sin embargo, resulta complicado hacer una clasificación de los elementos del relieve, porque presentan una enorme variedad y existen muchas formas intermedias.
Para lograr esta clasificación se pueden utilizar dos criterios: el morfológico o descriptivo, y el genético o interpretativo.
Te vamos a compartir un mapa conceptual sobre el relieve
Clasificación descriptiva de las formas del relieve
Las formas de relieve se clasifican por su aspecto. En esta clasificación se utilizan términos como:
- Montaña. Relieve aislado que tiene un gran desnivel entre su base y su cima.
- Cerro. Relieve aislado con escaso desnivel.
- Desfiladero o garganta. Valle de fondo estrecho que presenta paredes abruptas a sus lados.
- Meseta. Relieve aislado de cima plana.
- Terrazas. Relieve escalonado.
Clasificación interpretativa de las formas del relieve
La clasificación interpretativa o genética se basa en el proceso que ha originado las formas del relieve.
Es la más clara y sencilla, porque se pueden incluir formas de relieve de aspecto algo diferente bajo la misma denominación, siempre que se hayan originado por el mismo proceso.
Algunos términos de la clasificación interpretativa son:
- Montaña. Relieve que destaca sobre las áreas colindantes, formado por el plegamiento de los materiales o por la actividad volcánica. La alineación de montañas se llama cordillera u orógeno.
- Cerró testigo. Relieve aislado cuya cima está a la altura a la que en el pasado estuvo toda la zona que le rodea.
- Terrazas. Zona fragmentada y escalonada, formada por sucesivos encajamientos de un río.
- Modelado antrópico. Producido por la actividad humana, ya sea un terraplén, una llanura, un aterrazamiento, etc.

Los principales relieves terrestres
Si desapareciera el agua de los océanos, en la superficie terrestre se podrían diferenciar claramente dos zonas: La corteza oceánica y La corteza continental.
La corteza oceánica.
Compuesta principalmente por basalto, forma las cuencas oceánicas y se encuentra cubierta por agua casi en su totalidad.
Relieves característicos de la corteza oceánica:
Llanuras abisales. Extensísimas llanuras submarinas cuya profundidad media es de unos 4 500 metros.
Dorsales oceánicas. Alineaciones de volcanes con una intensa actividad volcánica fisural, es decir, con emisión de lava a lo largo de grietas. Forman cordilleras de miles de kilómetros de longitud, que se elevan una media de 2 500 m sobre la llanura abisal.
Relieves volcánicos aislados. Volcanes aislados resultado de una actividad volcánica puntual. Cuando sobresalen del agua forman islas volcánicas, como Hawai o las islas Canarias.
Fosas oceánicas. Surcos alargados en los que se alcanzan enormes profundidades, como la fosa de las Marianas, con 11.032 m de profundidad. Son zonas de intensa actividad sísmica, ya que en ellas la corteza oceánica es arrastrada a hundirse en el manto.
Arcos de islas. Cordilleras volcánicas que emergen del mar y forman archipiélagos como el de Japón. Su actividad volcánica se relaciona con el hundimiento de la corteza que se produce en las fosas.
La corteza continental.
Constituida básicamente por granito y rocas metamórficas, es más gruesa y menos densa que la oceánica, por lo que la mayoría sobresale de los océanos formando los continentes.

Relieves característicos de la corteza continental
Penillanuras. Extensas llanuras resultado de la erosión producida por los agentes geológicos. Tienen una altitud media entre 300 y 600 m, y presentan una suave inclinación hacia el mar.
Cordilleras. Alineaciones de montañas formadas por plegamiento de materiales, o por actividad volcánica.
Rifts. Depresiones alargadas formadas por la rotura, distensión y hundimiento de la corteza continental a lo largo de grandes fracturas. Los principales ríos del mundo, como el Amazonas y el Nilo, tienden a ocupar estas zonas. Si el hundimiento es importante, pueden ser ocupados por el mar.
Plataformas continentales. Parte de la corteza continental cubierta por el mar. En ellas se pueden encontrar mares epicontinentales, como el mar Báltico o el mar del Norte. Las plataformas continentales se corresponden con penillanuras o rifts hundidos bajo el mar.
Taludes continentales. Representan los bordes de los continentes, y abarcan las zonas en pendiente situadas entre la plataforma continental y la corteza oceánica.
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