EL PASO DEL NOMADISMO AL SEDENTARISMO
La Prehistoria es la parte de la Historia que estudia la vida del hombre primitivo, desde su aparición en la Tierra, hasta la invención de la escritura.
Abarca el periodo más largo del desarrollo de la humanidad, durante el cual se realizaron los primeros progresos, como la aparición del lenguaje y la domesticación de animales y plantas.
Teniendo en cuenta los materiales utilizados en la confección de utensilios y armas, los grados culturales alcanzados y los modos de vida, la Prehistoria ha sido dividida en dos edades: edad de piedra (el paleolítico y el neolítico) y edad de los metales.
La caza y la recolección
La vida de los primeros seres humanos dependía del medio natural. Durante el Paleolítico se alternaron temporadas frías o glaciaciones con otras cálidas o interglaciares, por lo que los antepasados de los humanos debieron adaptarse a los cambios del clima.
Los antepasados humanos formaron bandas y clanes, grupos de familias de 25 a 100 personas. Las bandas estaban formadas por parientes sanguíneos, mientras que los clanes correspondían a parientes culturales.
Las formas de vida se basaban en la caza de animales y la recolección de frutos.
Estos grupos eran nómadas es decir, no tenían residencias estables, por lo que habitaban en cuevas o en chozas elaboradas con palos, ramas, pieles y colmillos de mamuts.
En el Paleolítico fue importante el manejo del fuego por parte del Homo erectus, junto al desarrollo de técnicas para producirlo y conservarlo.
Los primeros humanos fabricaron instrumentos y herramientas que, en la medida en que fueron mejorando, permitieron un mayor dominio del entorno:
- Los primeros útiles eran simples piedras talladas con las que se lograba un filo cortante. Posteriormente, utilizaron el sílex para fabricar bifaces, hachas de mano talladas por las dos caras.
- En el Paleolítico medio se perfeccionó la técnica y se fabricó una mayor variedad de instrumentos.
- En el Paleolítico superior, el Homo sapiens sapiens empleó nuevos materiales como el hueso para fabricar arpones, anzuelos o agujas. También aprendió a utilizar arcos y flechas.
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En el Paleolítico superior, el ser humano se preocupó por los aspectos espirituales:
- Practicaba cultos funerarios y enterraba sus muertos acompañados de hachas de piedra, alimentos y otros objetos.
- Llevaba a cabo rituales mágicos para protegerse de los peligros y de los fenómenos naturales que no comprendía.
También realizó las primeras manifestaciones artísticas:
Arte rupestre. En las paredes de las cuevas pintaban animales que los científicos han interpretado como símbolos de carácter mágico, utilizados para lograr éxito en la caza.
Arte de hueso y marfil. Elaboraron collares y bastones de mando. Además, elaboraron esculturas en marfil con rasgos femeninos.
La revolución neolítica
Descubrimiento de la agricultura.
Observando los ciclos de la naturaleza, aprendieron que las semillas enterradas daban lugar a nuevas plantas, y cultivaron así cereales y legumbres.
Así, el ser humano se convirtió en agricultor y comenzó a asentarse en poblados, es decir, se hizo sedentario.
Descubrimiento de la ganadería.
Domesticaron animales de los que podían obtener carne, leche, cuero o lana sin necesidad de ir a cazar.
Invención de la cerámica.
La elaboración de vasijas de barro cocido les permitió almacenar y transportar alimentos y agua.
Creación de útiles de piedra pulimentada
El desarrollo del pulimento de la piedra les hizo fabricar hachas y azadones.
Confección de artículos textiles.
Fabricaron telas en lino y lana para vestirse; utilizaron el telar, la rueca y la aguja
Las novedades del Neolítico produjeron una serie de cambios en los modos de vida de los seres humanos:
Como resultado de la domesticación de plantas y animales, ocurrieron cambios muy importantes en la vida de los seres humanos y en el ambiente que les rodeaba.
En primer lugar, las nuevas actividades propiciaron el sedentarismo, es decir, el abandono de la vida nómada para permanecer en un mismo sitio con el propósito de cuidar el desarrollo de los cultivos y atender el pastoreo de los ganados.
Esto tuvo como consecuencia el surgimiento de las primeras aldeas de cultivadores que se dispersaron alrededor de los centros de desarrollo agrícola.
En segundo lugar, debido a la mejor alimentación y a la seguridad que representaba la vida sedentaria, hubo un mayor crecimiento de la población humana y surgieron nuevas formas de organización social.
La distribución del trabajo se amplió y surgieron diversas actividades como la cestería y la cerámica, mientras se continuaba la fabricación de instrumentos de piedra.
Con el paso del tiempo, la producción de alimentos y objetos artesanales creció de tal manera que superó las necesidades de sus fabricantes; esto dio origen al intercambio con otros pueblos, es decir, al surgimiento de las primeras formas de comercio.
La edad de los metales
En la última fase del Neolítico surgió la metalurgia, es decir, la transformación de los minerales en metales.
Esta industria que, a semejanza de la agricultura, fue inventada de manera independiente en distintas partes del mundo y en distintos periodos, apareció por primera vez en el sur de Asia Menor en el VII milenio a.C., y el primer mineral utilizado fue el cobre, el cual dio nombre a este periodo: Calcolítico.
En este periodo surgieron en Asia Menor las primeras ciudades como resultado del aumento de la población, y del crecimiento y especialización de las actividades.
El inicio de las sociedades urbanas dio paso a la civilización que, como la fabricación del bronce y del hierro entre muchas otras cosas, trajo consigo la invención de la escritura, suceso fundamental que marca el fin de la Prehistoria y el principio de la historia.
Los rasgos del Neolítico se desarrollaron entre poblaciones que habitaron en los valles fluviales y lugares montañosos, sitios aptos para la vida sedentaria. Sobresalieron tres zonas: Creciente Fértil.
Así se conoce al territorio que comprende desde el río Nilo (Egipto) hasta la desembocadura de los ríos Tigris y Eúfrates (Iraq). Asia.
En los valles de algunos ríos asiáticos como el Indo, el Ganges (India) y el Hoang-Ho (China). América. También se desarrolló una agricultura temprana en Mesoamérica y en la cordillera de los Andes.
La utilización de los metales
Alrededor del 4000 a.C. en Oriente Próximo, comenzaron a elaborarse objetos de metal.
La fabricación de útiles se realizaba aplicando fuego a los metales para ablandarlos y moldear su forma. Según el metal utilizado se establecieron tres edades:
- La Edad del Cobre. Hacia el año 4000 a.C. los primeros objetos metálicos se realizaron con cobre, metal de escasa dureza que hacía que los instrumentos se deformaran fácilmente.
- La Edad del Bronce. Hacia el año 3000 a.C. se empezaron a fabricar objetos de bronce, a partir de la aleación o mezcla de cobre con estaño. Con el bronce se elaboraron instrumentos agrícolas y armas. Además, en este período se crearon la rueda y la navegación a vela.
- La Edad del Hierro. Hacia el año 1000 a. C. se comenzó a trabajar el hierro, un nuevo metal aún más resistente.
El uso de metales introdujo importantes cambios en la sociedad: La metalurgia era una tarea compleja, lo que dio lugar a la aparición de nuevos oficios, como la minería y la herrería, y a una mayor división del trabajo.
La mejora en las herramientas y en las técnicas agrícolas aumentó la producción, lo que incrementó los excedentes agrícolas. Se intensificaron las redes comerciales, primero mediante el trueque*, y posteriormente utilizando la moneda.
Las actividades comerciales permitieron una creciente acumulación de riqueza y una progresiva diferenciación entre los diversos grupos e individuos que integraban la sociedad.
En la Edad de los Metales, los poblados se transformaron progresivamente. Su población creció y se construyeron edificios y murallas defensivas, lo que originó la aparición de ciudades.
La existencia de tierras cultivadas, de almacenes y riqueza, hizo necesario establecer un ejército y un poder político que garantizara la estabilidad y la defensa del territorio. Aparecieron así los emperadores o reyes que gobernaban y defendían las ciudades.