DILEMAS MORALES O ETICOS
A menudo los términos “ética” y “moral” se usan como sinónimos, quizá porque en sus orígenes tenían el mismo significado: tanto mos-moris, en latín, como ethos, en griego significan “costumbre”.
Sin embargo, en Filosofía no los empleamos así. Con el término moral nos referimos al conjunto de normas que rigen los actos humanos que son juzgados como buenos o malos, conjunto que es un producto social, y varía según la sociedad de que se trate.
La ética y la moral
La ética, en cambio, es una disciplina filosófica que reflexiona sobre el concepto del bien (qué es, cómo identificarlo, etc.) y sobre el fundamento de las normas morales (por qué aceptarlas, si deberían o no ser las mismas para todos los seres humanos, etc.).
Todos los seres humanos realizamos acciones relativas al plano moral (mentimos o decimos la verdad, somos honestos o estafamos al prójimo, aceptamos coimas o las rechazamos).
Algunas disciplinas científicas estudian las conductas y códigos morales de diferentes contextos históricos o sociales (la Psicología, la Sociología, la Historia).
Estas disciplinas no consideran la existencia de principios que justifiquen estos códigos, o la universalidad o relatividad de esas normas, o el valor moral de los comportamientos que describen.
Describen los fenómenos sociales, e intentan explicarlos, pero no en relación con su valor.
Su punto de vista es descriptivo: nos dicen cómo son los códigos morales efectivamente existentes o que existieron en el pasado, cómo actúan los individuos o los grupos de personas respecto de ellos, cómo se relacionan con otros aspectos de la vida social, etc.
En cambio la Ética, como disciplina filosófica, suele adoptar una posición normativa: procura establecer principios que ofrezcan una justificación para decir cómo deben ser las normas que orienten una buena vida.
Seguramente, usted sostiene un conjunto de principios que orientan su vida: acepta un código moral (el de una confesión religiosa, o el que aprendió de su familia, o bien su propia adaptación de tales códigos).
Sin embargo, no siempre los seres humanos tenemos la posibilidad de dedicar un tiempo a la reflexión sobre estos principios que aceptamos, ya sea para revisarlos y cambiarlos, o para conservarlos pero con una fundamentación más sólida.