LA LUNA
Las fases de la luna son una muestra de la constante evolución y cambio en la naturaleza. Cada fase tiene sus propias características únicas que influyen en las mareas, la agricultura y nuestro estado de ánimo.
Aprende a identificar cada fase y a aprovechar su energía para lograr una vida más armoniosa y conectada con el universo.
La luna no es un planeta. Es el único satélite natural que acompaña a la Tierra en su viaje alrededor del Sol.
Es una esfera compacta, compuesta de roca sólida. Está cubierta de cráteres formados por el choque de meteoritos.
También tiene cadenas montañosas de grandes alturas y mares de lava sólida, que se pueden observar a simple vista desde la Tierra, como manchas oscuras.
Como no tiene atmósfera, la Luna es seca, sin agua y por eso es imposible que exista vida en su interior. No posee luz propia, pero refleja la que recibe del Sol.
La Luna también se mueve. Es capaz de girar alrededor de su propio eje en 27.32 días, que es el mismo tiempo que, por su cercanía, le toma girar alrededor de la Tierra.
Pese a que la Luna es más pequeña que nuestro planeta, su influencia es muy poderosa.
Por esta razón, interviene en el crecimiento de las plantas, en el fluido de las aguas y en los seres vivos.
Estructura de la luna
Encontraríamos tres estructuras, una corteza, un manto intermedio y un núcleo muy pequeño.
La Corteza
Tiene un espesor promedio de 80 km. Pero esto no es así en toda la esfera. Como es bien sabido una de las caras de la luna “mira” siempre hacia la Tierra.
Esto es debido a la sincronización entre el tiempo que tarda en girar en torno a la Tierra en su movimiento de traslación y el que tarda en girar sobre si misma, el de rotación, que es de unos 29 días.
Esta circunstancia hace que el manto lunar se haya visto desplazado hacia la dirección de la Tierra, quedando desplazado con respecto al centro geométrico. La consecuencia es la disminución de la capa de corteza en el lado más próximo a la Tierra.
Los valores son en torno a 60 km de espesor en el lado visible y de 150 km en la parte no visible. Esto tuvo una repercusión directa con el aspecto que mostraron ambas superficies.
Los Mares
El menor espesor permitió, en época temprana que el magma rellenara cuencas de impacto y formando los llamados mares lunares, que hay que decir que conforman sólo el 15% de la superficie lunar, más oscuros a simple vista.
Las coladas basálticas fueron menores en el lado oscuro con lo que los impactos son más visibles.
Los Continentes o mesetas, representan el 85% de la superficie lunar, en la parte visible el 70%. En estas la impresión de los meteoritos son más numerosas, por razones obvias. La luna no tienen placas de movimiento, por tanto , éstas no han formado las montañas. Son producidas por los impactos de Meteoritos.
El calor procedente del manto es insuficiente para mover la corteza. No hay corrientes convectivas.
- El Manto: Entre los 60 km. y 150 km. un primer manto sólido. De 150 a 1000 km manto posiblemente sólido. De composición máfica (magnetita y hierro).
- El Núcleo: De 200 km. a 600 km. Núcleo central, líquido, a unos 1100 ºC de temperatura.
- Actividad tectónica de la Luna. La Luna no tiene actividad tectónica, debido a que la litosfera es muy gruesa como para fragmentarse. Unido a que su tamaño reducido ayudó a que se enfriara. Con lo que está geológicamente muerta.
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Fases de la luna
La Luna se encuentra a 384 000 km de distancia de la Tierra y gira a su alrededor en aproximadamente un mes.
Es un satélite natural de la Tierra y presenta brillo debido a que refleja la luz del Sol incluso cuando el lado de la Tierra está oscuro, ya que el Sol ilumina un lado de la Luna.
La Luna es un cuerpo redondo y nunca cambia de forma, lo que cambia es su posición en relación con la Tierra y esto hace que se la vea diferente.
En la imagen se puede observar de qué manera cambia la Luna en las noches mientras realiza un giro completo alrededor de la Tierra.
Cuando el satelite natural está frente a la Tierra, no está iluminada y no se la puede ver, se la conoce como Luna nueva.
La Luna gira alrededor de la Tierra en sentido a las manecillas del reloj conforme los días pasan, se puede observar una porción delgada y curva que se denomina Luna nueva visible o Luna creciente.
Al pasar de los días la cara del satelite natural se ilumina más y se la puede observar más redonda, esta fase se llama cuarto creciente.
Cuando toda la cara de la Luna que se encuentra frente a la Tierra se ilumina, podemos observar una Luna redonda y completa, la cual es denominada Luna llena.
Durante las noches siguientes el satelite natural se va haciendo más pequeña, se dice que va “menguando” hasta repetir nuevamente el ciclo.
Eclipses del Sol y de la Luna
Son fenómenos astronómicos que consisten en el oscurecimiento del Sol o de la Luna durante un corto tiempo.
Eclipses de Sol Ocurren cuando durante el día el Sol desaparece y se hace de noche por un corto momento. Para que esto ocurra es necesario que se alineen el Sol, la Luna y la Tierra, en ese orden.
La sombra del satelite natural se proyecta sobre una región de la Tierra, las personas que ahí se encuentran ubicadas observarán como si el Sol se ocultara detrás de la Luna por unos minutos.
Los eclipses solares pueden ser:
- Totales: cuando se oscurece totalmente el Sol y se puede observar como una noche de Luna llena.
- Parciales: cuando solo un fragmento se oculta.
- Anulares: cuando solo se ve como un anillo brillante.
Los astrónomos determinan que dos veces por año sería posible que se den los eclipses de Sol.
Eclipses de Luna Ocurren cuando el Sol, la Tierra y la Luna, en ese orden, se alinean en el espacio. En ese momento la sombra de la Tierra cubre a la Luna, que debe estar en su fase de Luna llena. En un eclipse de Luna se observará un oscurecimiento del disco lunar.
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Las mareas
Las mareas es el cambio periódico del nivel del mar producido principalmente por las fuerzas de atracción gravitatoria que ejercen el Sol y la Luna sobre la Tierra.
Aunque dicha atracción se ejerce sobre todo el planeta, tanto en su parte sólida como líquida y gaseosa, nos referiremos en este artículo a la atracción de la Luna y el Sol, juntos o por separado, sobre las aguas de los mares y océanos.
Sin embargo, hay que indicar que las mareas de la litosfera son prácticamente insignificantes, con respecto a las que ocurren en el mar u océano (que pueden modificar su nivel en varios metros) y, sobre todo, en la atmósfera, donde puede variar en varios km de altura.
Aunque en este caso, es mucho mayor el aumento del espesor de la atmósfera producido por la fuerza centrífuga del movimiento de rotación en la zona ecuatorial (donde el espesor de la atmósfera es mucho mayor) que la modificación introducida por las mareas en dicha zona ecuatorial.