La cultura Inca
Los incas fueron una de las civilizaciones más grandes de América. De una pequeña tribu en los actuales Andes peruanos, se conformó un imperio cuya influencia se extendió desde Colombia a Chile, abarcando cerca de 1 700 000 km2 y alrededor de 12 millones de personas.
Su origen se remonta al siglo XII, alcanzando su máximo esplendor como imperio durante el siglo XV, momento en que es conquistado por los españoles.
En su expansión, los incas recogieron el legado cultural de numerosos pueblos, lo difundieron y lo proyectaron hasta el presente.
- Su patrimonio arquitectónico;
- su lengua, el quechua; sistemas agrícolas de terrazas o andenes en los cerros y laderas cordilleranas;
- alimentos como el charqui y la quínoa; la fabricación de textiles y otros objetos;
- y el culto a la Pachamama o Madre Tierra, entre otros aspectos, forman parte en la actualidad de esta rica herencia material y cultural.
El Imperio incaico fue una región extensa con grandes contrastes en sus paisajes. Hoy el Imperio inca ocuparía desde el sur de Colombia hasta el río Maule en Chile.
Este territorio puede dividirse en pisos ecológicos: la costa, los valles, la sierra, la selva y el altiplano. Cada uno con características particulares con respecto a su clima y recursos.
Regiones costeras desérticas, con la presencia de algunos ríos que permiten oasis; valles templados; la sierra, en la cordillera de los Andes, de clima más bien frío, aun cuando el paisaje varía de acuerdo a la altura; y una selva cálida y húmeda, que actuó de frontera natural en la zona este del imperio.
El extenso imperio de los incas
El extenso imperio de los incas incluyó a pueblos y paisajes muy diversos, que fue conquistando en una progresiva expansión.
Ello fue posible mediante dos estrategias principales: la conquista militar y la vía diplomática.
Para lograr la unidad, el Imperio estableció mecanismos como la imposición del culto al dios Inti, junto a una política de tolerancia religiosa, y una extensa red vial que permitió un eficiente sistema de comunicación, administración y comercio.
Los incas no solo conquistaron distintos pueblos, sino que adoptaron saberes andinos milenarios y los expandieron hacia otras regiones.
Junto con su religión, costumbres y lenguaje, difundieron innovaciones técnicas, especialmente en agricultura, arquitectura y astronomía.
Emperadores incas
En el año 1300, los incas, provenientes de la región del lago Titicaca, vencieron a los aymara y fundaron la ciudad de Cuzco.
Para 1438, el inca, Pachacutec (1438-1471) comandó a su pueblo para derrotar a los chancas y combatió a los pueblos cañaris, quito y chimú.
También ordenó la construcción del Templo del Sol y templos administrativos para controlar el imperio.
Su hijo y sucesor, el inca Túpac Yupanqui (1471-1493), finalizó las conquistas emprendidas por su padre, derrotó a los huancas de la sierra central, inició expediciones hacia la selva del Amazonas e incorporó los territorios de Potosí, Tucumán y Salta, al sur del imperio.
Huayna Cápac (1493-1527), sucesor de Túpac Yupanqui, ubicó su corte en la ciudad de Tumibamba (actual ciudad de Quito) y comandó al norte la campaña contra los pastos.
Sin embargo, las conquistas hacia el oriente y sur se detuvieron, y tuvo que aplacar sublevaciones de pueblos del interior, como los punas, huancas y huancavilcas.
En 1525, el emperador fue informado de la llegada de hombres barbados en la costa norte del imperio, que resultaron ser las primeras expediciones españolas.
En 1527, Huayna Cápac murió por causa de la viruela, enfermedad inexistente entre los incas que fue traída por los españoles.
Tras la muerte del emperador, sus hijos Atahualpa y Huascar se enfrentaron en una guerra civil por el control del imperio.
En 1532, Atahualpa derrotó a su hermanastro en Quipaypán y recibió a la expedición española comandada por Francisco Pizarro. Menos de un año después, los españoles sometieron al imperio inca.
El Tahuantinsuyo
Los incas llamaron a su imperio Tahuantinsuyo, que quiere decir “las cuatro partes del mundo”. Estaba repartido en cuatro regiones: el Chinchasuyu, al norte; el Cuntisuyu, al occidente, el Collasuyu, al sur, y el Antisuyu, al oriente.
Cada región estaba dividida en provincias, que se conectaban por una red de caminos de más de 23000 kilómetros.
Estos caminos eran transitados por los chasquis o mensajeros, quienes llevaban las disposiciones imperiales hasta sitios lejanos, así como informaban al emperador sobre hechos que ocurrían lejos de Cuzco.
El poder estaba centralizado en la figura del inca, quien era considerado hijo del Sol y dios principal del imperio.
El inca cumplía funciones políticas y religiosas, su autoridad no tenía restricciones, y poseía todas las tierras y la mano de obra campesina.
En las diversas provincias del imperio, el poder era ejercido por la nobleza que provenía directamente de Cuzco.
La organización político-administrativa del Imperio inca
La organización político-administrativa del Imperio inca contó con un cuerpo de funcionarios que representaban al poder imperial en las distintas regiones del Tahuantinsuyu, manteniendo el ayllu como unidad social bajo la dirección de un jefe o curaca.
Para controlar la enorme cantidad de trabajadores, el Imperio implementó censos.
A través de estos, pudieron fiscalizar con precisión el trabajo, la producción y la recaudación de impuestos. En sus censos, los incas aplicaron un sistema decimal, agrupando a familias en 10, 100, 1 000 y 10 000 individuos.
En base a ello distribuían a los trabajadores en diferentes labores. Como sistema de contabilidad, se utilizaron los quipus, cuerdas de lana con una serie de nudos que le ayudaron a llevar las cuentas.
Los funcionarios dedicados a estas labores fueron llamados quipucamayoc
Formas de trabajo obligatorio en el Imperio inca
En el Imperio inca existieron diversas formas de trabajo obligatorio, orientadas tanto a satisfacer las necesidades de la comunidad como las del Estado, por medio del cual el pueblo pagaba sus tributos.
La forma más común de este trabajo fue la minka y para la construcción de obras públicas se recurría a la mita.
Por otra parte, las comunidades del Imperio inca practicaban una forma de trabajo denominada ayni, palabra quechua que significa “trabajo en reciprocidad”.
Consistía en que miembros de una comunidad ayudan a otros, por ejemplo, en la construcción de viviendas y tareas agrícolas, costumbre que se mantiene en muchos lugares hasta el día de hoy.
La sociedad inca
La sociedad inca se encontraba organizada en comunidades llamadas ayllus, las que se convirtieron en la base de la organización social inca y que en la actualidad siguen siendo la unidad social más importante para muchos pueblos andinos..
Cuando el Imperio tomaba posesión de nuevos territorios, dividía las tierras de cada ayllu en tres partes: la propiedad colectiva de la comunidad, la del dios Inti (el sol) y la del Inca (gobernante).
Debido a que la economía del Imperio se basaba en el sistema de tributos, todos los miembros del ayllu tributaban a través de su trabajo colectivo en las tierras dedicadas al culto religioso y al emperador.
Cada familia también pagaba impuestos en especies, como mantos de lana o productos propios de la región.
A cambio de ello, la población anciana era alimentada y mantenida por la comunidad. Como gran parte de las culturas mesoamericanas, la estructura social de los incas fue altamente estratificada y sin movilidad para quienes habían nacido en determinado estamento.
Pirámide social
Conforme al nivel social de pertenencia, se gozaba o no de privilegios en el Imperio.
- Nobleza de sangre: era hereditaria y estaba constituida por el Inca, la Coya y su familia.
- Nobleza de privilegio: su lugar era otorgado por el Inca, la integraban los jefes militares, los gobernadores y las autoridades provinciales, locales y religiosas, de las cuales las más importantes estaban emparentadas con la familia imperial.
- Hatunruna: lo formaban las personas dedicadas a las labores agrícolas, ganaderas, artesanales y pesqueras, quienes tributaban para el Estado inca mediante productos y trabajo. Con su producción, especialmente la agrícola, sustentaban la economía del Tahuantinsuyu. Las mujeres de este grupo asumían en conjunto con los hombres las tareas agrícolas. Eran además las principales responsables en la elaboración de textiles, tanto para el Estado como para la familia, en la preparación de alimentos y en la crianza de los hijos.
- El pueblo. Conformado por los hatun runas (hombres comunes), mitimaes (colonizadores), yanaconas (criados permanentes) y piñas (prisioneros de guerra). La mayor parte de la población eran campesinos, artesanos y comerciantes. Eran hombres libres y no conocían la esclavitud, pero el trabajo agrícola era obligatorio y debía ser acatado sin excepción.
Economía de los incas
La agricultura era la base económica de los incas y sus principales cultivos eran algodón, papa y maíz.
Adoptaron técnicas para mejorar su productividad, herramientas como la azada y la taclla, y estiércol animal como fertilizante.
Los incas cultivaron en zonas planas o inclinadas y también en las laderas de los cerros mediante terrazas.
Además, construyeron canales y acueductos. La ganadería inca era exclusiva de las zonas montañosas y comprendía la cría de alpacas, llamas y vicuñas.
Estos animales les servían como medios de carga y les proporcionaban lana para confeccionar textiles. Los incas eran excelentes tejedores de algodón, pluma y lana.
Los ponchos, mantas y demás productos textiles eran recogidos por el Estado para redistribuirlos entre la población.
En cerámica, los incas elaboraron objetos de policroma que tenían funciones utilitarias y ceremoniales y eran pintados con numerosos gráficos, diseños geométricos, animales, seres humanos y mitológicos.
En orfebrería, sobresalieron por la elaboración de figuras en oro y plata.
Religión de los incas
Los incas fueron un pueblo profundamente religioso, estando sus vidas regidas y condicionadas por la presencia de las fuerzas de la naturaleza y de seres sobrenaturales, cuya bondad era preciso conseguir.
Para lograrlo, realizaban variados ritos en los que entregaban ofrendas como sacrificios animales y humanos, y recursos agrícolas y productos manufacturados, como textiles.
La religión oficial del Imperio fue de carácter politeísta y entre los dioses más importantes se situaba Inti, el dios sol y padre de los incas, quien regía las estaciones y el ciclo agrícola.
La cosmovisión inca dividía al mundo en tres partes: el mundo de arriba, donde vivían los dioses y los espíritus de los nobles; el de la superficie de la Tierra, donde vivían humanos, plantas y animales, y el subterráneo, donde vivían los espíritus de las personas comunes.
Creyeron en la vida después de la muerte y los fallecidos eran considerados entidades protectoras.
Obras y legado
Los incas fueron grandes ingenieros y arquitectos, y sus monumentales obras exigieron el trabajo de muchos hombres. Se conservan fortalezas, puentes colgantes y caminos que suben a las cumbres de los Andes mediante escalones de piedra.
El sitio arqueológico más importante es Machu Picchu, una ciudad construida en la cima de una montaña con su centro ceremonial, sus valles residenciales y sus terrazas de cultivo.
También conocida como la Ciudad Perdida, fue redescubierta por Hiram Bingham en 1911. Sirvió de morada para el inca y una nobleza selecta que tenía muchos privilegios y era atendida por cientos de sirvientes.
Algunos estudios señalan que pudo haber sido una fortaleza militar o un lugar reservado a actividades religiosas y civiles.
Debido a que buena parte de los restos encontrados pertenecen a mujeres, se cree que en el sitio convivían sacerdotisas o vírgenes del Sol.