Las polis griegas
Las polis griegas, conocidas como ciudades-estado, fueron entidades políticas, sociales y culturales autónomas en la antigua Grecia. Cada polis tenía su propio gobierno, leyes y ejército. A menudo, estaban formadas por una ciudad principal y sus alrededores. Ejemplos famosos incluyen Atenas, Esparta y Tebas.
Estas ciudades competían entre sí en áreas como el comercio, la política y las artes, pero también podían unirse para enfrentar amenazas externas, como Persia. La ciudadanía en una polis estaba limitada a hombres libres, excluyendo a mujeres, esclavos y extranjeros.
La vida en las polis estaba marcada por la participación activa en la vida política, las discusiones en la ágora (plaza pública), y la celebración de festivales religiosos y competiciones atléticas. Estas ciudades-estado fueron fundamentales en el desarrollo de la civilización occidental, dejando un legado duradero en política, arte, filosofía y literatura.
El espacio territorial de una polis griega
Una polis griega se caracterizaba por su espacio territorial, que se dividía en dos áreas principales: el área urbana y el área rural.
- La zona urbana comprendía la ciudad principal, donde se encontraban los edificios gubernamentales, templos, plazas y mercados.
- Por otro lado, el área rural abarcaba las tierras agrícolas circundantes, donde los ciudadanos cultivaban alimentos y criaban ganado.
Estas áreas estaban interconectadas, ya que la ciudad dependía de los recursos proporcionados por el campo para su sustento. Además, la polis solía contar con murallas defensivas que rodeaban tanto la ciudad como algunas áreas rurales, protegiendo a la población de posibles invasiones. Esta división del territorio permitía una organización eficiente de la vida urbana y rural, asegurando la supervivencia y el desarrollo de la comunidad en su conjunto.
La polis griega de Atenas
Cada ciudad-Estado de la antigua Grecia fue desarrollando distintos tipos de gobierno a lo largo de su evolución política, siguiendo diferentes procesos.
En Atenas, esta evolución llevó a la creación de la primera democracia de la historia. En la evolución de la democracia ateniense es preciso destacar los siguientes procesos:
- En el año 621 a.C. se nombró a Dracón como legislador extraordinario. Hizo el primer código ateniense y, a pesar de su severidad, las leyes pudieron ser conocidas por todos. En el año 594 a.C. se nombró a Solón como arconte con poder para establecer una nueva constitución. Abolió la esclavitud por deudas y aumentó la participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos, generalmente los más ricos, régimen que se ha denominado plutocracia. Las magistraturas quedaron reservadas para la primera clase y creó un Consejo –la Bulé– abierto a las 3 primeras clases, y un tribunal de justicia –la Heliaia– donde podían participar todos los ciudadanos.
- Los conflictos perduraban y las demandas de los más pobres seguían insatisfechas. En el año 561 a.C. Pisístrato tomó el poder en Atenas y gobernó como tirano durante 33 años. Realizó un vasto programa de obras públicas con lo que dio trabajo a muchas personas y repartió a los campesinos tierras que había expropiado a algunos nobles que se fueron al exilio.
- En los años 508–507 a.C. el arconte Clístenes realizó nuevas reformas, creando una constitución democrática para Atenas. Lo fundamental fue que la participación ya no se basaba en las clases censitarias sino en una división territorial. En cada una de las 10 tribus había ciudadanos de diferente riqueza y condición
Las Guerras Médicas
En la evolución política de Atenas tuvieron gran importancia las Guerras Médicas, conflicto bélico en el cual el pueblo heleno se vio enfrentado al gran desafío de defender su independencia ante el Imperio Persa La cual fue una gran potencia de Oriente que había avanzado en su dominio hasta Asia Menor.
La guerra se extendió, con interrupciones, entre los años 492 y 479 a.C. y las polis de Esparta y de Atenas encabezaron la defensa del territorio de la península de los Balcanes.
En batallas como las Termópilas y Platea el protagonismo correspondió a los espartanos, pero fue Atenas la polis que tuvo una acción decisiva en la victoria griega, especialmente en la batalla de Maratón y el combate naval de Salamina.
Atenas salió fortalecida del conflicto y se puso a la cabeza de la Liga Ático-délica, unión de numerosas polis cuyo propósito era evitar nuevas invasiones extranjeras. En el plano interior, se vio la necesidad de ampliar la participación política a las clases menos privilegiadas, ya que tanto los hoplitas (soldados de infantería) como los remeros habían sido fundamentales en la guerra.
Le puede INTERESAR
La cultura griega antigua
LA HISTORIA DE GRECIA ANTIGUA
En Atenas se consolidó el sistema democrático.
Fue entonces, a mediados del siglo V a.C., cuando en Atenas se consolidó el sistema democrático. Las instituciones que caracterizaban dicho sistema habían sido creadas con anterioridad, pero fue Pericles quien estableció la mistoforia,
Es decir, el pago de sueldos (misthoi) a quienes ocupaban cargos públicos, con lo que fue posible la participación política de los ciudadanos de escasos recursos. Más adelante, el pago se extendió incluso a los que asistían a la Ecclesia.
De este modo, en la democracia ateniense los ciudadanos, sin importar su riqueza o el prestigio de su familia, tenían derecho a:
- Participar en la Ecclesia proponiendo leyes, votando leyes y eligiendo a los magistrados.
- Ser sorteados para formar parte de la Bulé o de la Heliaia.
- Ser sorteados para ejercer alguna magistratura o ser elegidos estrategas (principales magistrados).
Sin embargo, el gobierno democrático de Atenas no era el gobierno de la mayoría. Solo podían participar los ciudadanos y estos constituían un grupo muy reducido de la población, ya que continuaron excluidos los extranjeros (metecos), las mujeres y los esclavos.
La polis griega de Esparta
Esparta fue fundada por un pueblo indoeuropeo, los dorios, cerca de Amiclas, una ciudad aquea en el valle de Laconia, al sudeste del Peloponeso.
En el siglo XI a.C., espartanos y aqueos se unieron y formaron una unidad política con base en Esparta. Este es el origen de la diarquía (dos reyes) espartana: un rey de origen dorio y otro de origen aqueo. Esparta es, junto a Atenas, una de las polis más influyentes en el mundo griego y probablemente la que más fascinación y curiosidad despierta.
Aunque la mayoría del gran público conoce las gestas espartanas bajo el mando del rey Leónidas en la archifamosa Batalla de las Termópilas, la ciudad tenía un serie de particularidades y diferencias con el resto de ciudades griegas que la convertían en única.
Esparta rivalizó con Atenas en importancia, lo que se vio acentuado por las diferencias políticas entre ambas. Esparta era una polis oligárquica, pues el poder estaba controlado por unos pocos. Sus instituciones fueron las siguientes:
- La diarquía. Formada por dos reyes con funciones militares.
- La gerusía o Consejo de ancianos. Formado por ciudadanos mayores de sesenta años y los dos reyes. Estaba encargado de impartir justicia y elaborar leyes.
- Los éforos o magistrados. Se ocupaban de supervisar a los reyes y de mantener el orden interno.
- La apella o asamblea de los ciudadanos. Su papel se limitaba a ratificar las propuestas de la gerusía.
- La sociedad espartana estaba organizada en diversos grupos:
- Los ciudadanos, cuya vida estaba dirigida al servicio militar de la ciudad, y desde pequeños eran formados como guerreros.
- Los periecos eran personas libres dedicadas a las diversas actividades económicas, pero sin derechos políticos.
- Los ilotas o esclavos, prisioneros de guerra que trabajaban la tierra para los espartanos.
La rivalidad con Atenas llevó a Esparta
La rivalidad con Atenas llevó a Esparta a formar la Liga del Peloponeso para oponerse a la Liga de Delos ateniense.
Esa enemistad provocó las Guerras del Peloponeso (431- 404 a. C.), que finalizaron con la derrota de Atenas y abrieron una profunda crisis en las polis griegas. Entre los espartanos la educación era muy dura, con rígidas normas de disciplina y obediencia.
Los padres no eran dueños de educar a sus hijos. Esto era tarea del estado. A partir de los siete años el niño comenzaba su instrucción militar, que continuaría hasta los 60 años.
Les enseñaban técnicas de lucha y de caza, se les daba la comida estrictamente necesaria y la ropa indispensable. Se les aconsejaba hablar lo menos posible y obedecer todas las órdenes aunque no estuvieran de acuerdo con ellas. Esta educación formaba ciudadanos obedientes y fanáticos guerreros que defendían a un estado autoritario y conquistador.
DESCARGA AQUÍ PDF GRATIS