EL TERRORISMO
En el año 2004, el informe fi nal del grupo de expertos de alto nivel sobre “Las amenazas, los desafíos y los cambios”, nombrado por el Secretario General de Naciones Unidas, definió terrorismo como
“cualquier acto, destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar una acción o abstenerse de hacerla”.
El empleo del terrorismo con distintos fines –políticos, ideológicos, étnicos, religiosos, etc.–, se ha transformado en una constante en la actualidad, especialmente tras finalizar la Guerra Fría y cada día mueren más personas inocentes víctimas del terror.
El terrorismo como instrumento
El auge de este acto como instrumento de lucha y como medio para intimidar al enemigo, se remonta a los comienzos del siglo XX, a las acciones de los grupos nacionalistas y anarquistas.
Más tarde, en los años 50, grupos religiosos islámicos, llevaron a cabo asesinatos selectivos contra oponentes político o intelectuales laicos, pero constituían acciones aisladas.
El terrorismo como instrumento de lucha es un fenómeno moderno, producto del conflicto entre los Estados modernos y sus sociedades descontentas.
Lucha contra el terrorismo
“la necesidad imperiosa de combatir por todos los medios, contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones” y del mismo modo “condena en los términos más enérgicos todos los actos de terrorismo, cualquiera que sea su motivación y cuando quiera y por quienquiera sean cometidos, que constituyen una de las más graves amenazas a la paz y la seguridad”.
La comunidad internacional tiene claro que los actos de terrorismo constituyen un grave obstáculo para el logro de los derechos humanos y una amenaza para el desarrollo económico y social de todos los Estados.
La invasión de Estados Unidos a Afganistán e Irak
La invasión de Estados Unidos y sus aliados a países islámicos como Afganistán e Irak, podría dar una pequeña pista para entender los siguientes ataques terroristas de Al Qaeda, esta vez en Europa, a dos países que no solo habían dado su apoyo a la invasión de Irak, sino que además habían comprometido tropas para tal efecto.
El 11 de marzo de 2004, cuatro trenes abarrotados de pasajeros estallaron en Madrid. Aquella trágica mañana murieron casi 200 personas y más de mil resultaron heridas.
El 7 de julio de 2005, Londres vivió un ataque terrorista en cadena que produjo más de 50 muertos y 700 heridos.
Un día después de su designación como sede olímpica, cuatro bombas sacudieron la capital británica. El objetivo fueron tres vagones de metro y un autobús de dos pisos.
El avance de las telecomunicaciones ha permitido que los grupos terroristas extiendan su radio de acción accediendo a información instantánea y privilegiada.
Además, como has podido observar, existe una fuerte tendencia a utilizar medios de transportes, que congregan muchas personas como objetivos de ataques, incluso aviones, como fue el caso de las Torres Gemelas.
Finalmente, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, fue abatido a tiros por fuerzas especiales de la marina norteamericana, el 2 de Mayo de 2011, durante la operación Gerónimo, en Abbottabad, al norte de Pakistán.