LA REPÚBLICA LIBERAL
Los trabajadores, quienes padecían por el desempleo, producto de los cierres de las fábricas y los niveles de explotación a que eran sometidos por los empleadores, se organizaron para exigir sus derechos a través de las protestas
Las cuales fueron sometidas y reprimidas duramente por el gobierno de Abadía Méndez, lo que generó un gran descontento en gran parte de la sociedad.
Ante este panorama, los liberales logran asumir el poder en 1930. Los liberales optaron por una política más conciliadora, que incluso buscaba encauzar este descontento para ganar el respaldo de la clase trabajadora y así ganar las elecciones.
El descontento social frente a los gobiernos conservadores, así como la división de ese partido entre las candidaturas de Guillermo Valencia y Alfredo Vázquez Cobo, permitieron el triunfo del liberal Enrique Olaya Herrera en las elecciones de 1930.
Con esto, terminaron más de cuatro décadas de gobiernos conservadores y se inició el periodo conocido como la República Liberal.
El gobierno de Enrique Olaya Herrera (1930-1934)
Además, durante el gobierno de Olaya se atendieron algunos problemas sociales, con una mayor protección a los obreros
- Se estableció la jornada de ocho horas, la protección a la infancia, el descanso dominical, las vacaciones remuneradas, la inembargabilidad de algunos salarios y la reglamentación de los sindicatos gremiale
El fomento de la educación pública, la fundación de la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero (para ayudar a los pequeños agricultores) y del Banco Central Hipotecario (para financiar las viviendas a los obreros y sectores medios).
El gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934-1938)
Con el objetivo de fomentar el desarrollo industrial y agrícola para modernizar el país, López Pumarejo impulsó la “Revolución enMarcha”.
El presidente buscó mejorar las condiciones sociales y económicas para ajustar la estructura del país al desarrollo capitalista, rompiendo las relaciones tradicionales y señoriales en el campo y la industria.
Para ello, practicó el intervencionismo del Estado en la economía, para regular las industrias, y racionalizar la producción, la distribución y el consumo de la riqueza.
La reforma constitucional de 1936 La Revolución en Marcha fue impulsada por una reforma constitucional aprobada en 1936 que comprendía varios campos:
- Constitucional. Definió que la propiedad tenía una función social, y por ello, la explotación de la tierra debía servir al conjunto de la sociedad. El Estado debía mediar en los conflictos entre obreros y patrones y brindar protección a los trabajadores: promovió los sindicatos (en 1936 se formó la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC) y garantizó el derecho a la huelga.
- Tributaria. Implantó el impuesto directo, aumentando lo que debían pagar las grandes empresas. Aumentó el impuesto a la renta y creó los impuestos al patrimonio y las utilidades.
- Agraria. Mediante la Ley 200 de 1936, presionó una mejor utilización de las tierras; distribuyó tierras baldías con la condición de que fueran cultivadas; aumentó los impuestos a las tierras no cultivadas; y buscó mejorar las condiciones de los colonos, jornaleros y arrendatarios.
- Educativa. Promovió la construcción de la Ciudad Universitaria para reunir todas las facultades de la Universidad Nacional. Además, aumentó los recursos de la Universidad y le dio cierta autonomía; garantizó la libertad de cátedra; impulsó la investigación y los servicios de bienestar universitario. Se crearon nuevas carreras y se permitió la presencia de la mujer en la universidad. Además, López Pumarejo estableció mayor separación entre el Estado y la Iglesia, al suprimir la orientación católica del sistema educativo y aceptar la libertad de cultos y de conciencia.
- Electoral. Estableció el voto universal para concejos municipales, asambleas departamentales y presidencia de la república.
Estas medidas le valieron la fuerte oposición tanto del partido conservador, encabezado por Laureano Gómez, como de la Iglesia, quienes tildaron a este gobierno de comunista, ateo y contrario a las tradiciones del país. Por su parte, el presidente contó con el respaldo de los sectores populares.
El gobierno de Eduardo Santos (1938-1942)
Para las elecciones de 1938, el partido conservador no presentó candidato, facilitando el triunfo del periodista y político liberal Eduardo Santos.
El nuevo gobierno recibió el nombre de la “Gran Pausa”, ya que no continuó con el ritmo reformista de la Revolución en Marcha, entre otras razones, por la crisis producida con la Segunda Guerra Mundial.
En este caso, al cierre del mercado europeo se sumaron las restricciones del mercado estadounidense y la caída de los precios del café, por lo cual el Estado tuvo que intervenir en la economía para mitigar los efectos de la crisis del comercio exterior.
Gracias a las negociaciones con Estados Unidos y otros países productores, en 1940 se firmó el Pacto Internacional Americano de Cuotas, que ayudó a mantener los precios al establecer una cantidad mínima que entraba al mercado estadounidense.
En el plano interno se creó el Fondo Nacional del Café, para apoyar a los productores, y se aumentó el apoyo estatal al sector agrícola aumentando los fondos de la Caja de Crédito Agrario.
El segundo gobierno de Alfonso López Pumarejo (1942-1945)
Gracias al apoyo popular que habían despertado muchas de sus reformas,López Pumarejo logró la reelección en 1942, sobre el también liberal Carlos Arango Vélez, quien fue apoyado por los conservadores.
En este mandato tuvo que enfrentar una fuerte oposición, además de la difícil situación del comercio exterior por la continuación de la Segunda Guerra Mundial.
En el plano interno, ante la presión de los gremios como la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), aprobó la Ley 100 de 1944 que echó para atrás algunas reformas de la ley 200 de 1936.
La nueva ley desconoció las mejoras de los arrendatarios en las tierras, aumentó el plazo a los propietarios para demostrar la adecuada explotación de la tierra, y facilitó la expulsión de aparceros y arrendatarios.
Por otra parte, se impulsó una reforma laboral mediante el decreto 2350 de 1944, que dio mayor reconocimiento al contrato de trabajo, otorgó facultades al gobierno para fijar el salario mínimo, extendió la jornada laboral a nueve horas, limitó el contrato de aprendizaje a seis meses y estableció el pago de horas extras.
Por esto, los obreros siguieron apoyando al presidente ante la fuerte oposición conservadora y las continuas crisis políticas, que desembocaron en el golpe militar del 10 de julio de 1944, que fracasó por el respaldo de los trabajadores y los altos mandos militares al gobierno. Finalmente, López Pumarejo renunció a su cargo el 31 de julio de 1945.
La crisis de la República Liberal Para completar el mandato de López asumió la presidencia el designado Alberto Lleras Camargo, quien dio participación al partido conservador en tres ministerios, e impulsó la creación de la Flota Mercante Grancolombiana, en asocio con Venezuela y Ecuador, la cual se encargó del transporte del café colombiano para el comercio exterior. Sin embargo, el partido liberal estaba dividido.
Desde sus denuncias en el Congreso sobre la masacre de las bananeras, Jorge Eliécer Gaitán se había convertido en un líder de gran apoyo popular, quien denunciaba cómo las oligarquías partidistas actuaban de espaldas a las necesidades del pueblo.
Gracias a su respaldo popular, Gaitán se presentó a las elecciones de 1946 como una disidencia de la candidatura oficial de Gabriel Turbay, lo cual permitió el triunfo del conservador Mariano Ospina Pérez, y con ello el fin de la República Liberal.
Excelente guía. Muchas gracias por compartir.
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