Modelos pedagógicos según De Zubiría
Este autor considera que el problema principal de la educación es solucionar el interrogante respecto del tipo de hombre y de sociedad que se quiere formar; por lo que, todas las teorías y los modelos pedagógicos presentan respuestas a este interrogante.
De ahí que, la neutralidad de un modelo pedagógico no existe, ya que es una construcción multidimensional que establece definiciones respecto al individuo, la sociedad y la cultura.
En consecuencia, se plantea una clasificación de los modelos pedagógicos a partir de los efectos estructurales que generan en el individuo, siempre en consideración de la influencia de la política:
Modelos pedagógicos heteroestructurantes
Cuyo objetivo es la transmisión de saberes específicos, las valoraciones y las normas cultural y socialmente aceptadas.
Esta clasificación integra modelos pedagógicos como el conexionismo, el conductismo clásico, el condicionamiento por continuidad, el condicionamiento operante y la escuela tradicional.
La estrategia de estos privilegia el uso de prácticas que permitan la acumulación, secuencia y continuidad de la información social e históricamente aglomerada, así como de las prácticas socialmente aceptadas.
Las prácticas se caracterizan por la exposición oral y visual, hecha de manera reiterada por el maestro y acompañada de atención y ejercicios por parte de los estudiantes, que garantiza el aprendizaje.
Modelos pedagógicos autoestructurantes
De Zubiría (2010) clasifica las teorías en tres corrientes: Heteroestructurantes, Autoestructurantes, y Interestructurantes
Modelos pedagógicos autoestructurantes – Escuela activa
Los cuales parten de considerar la teoría cognoscitiva social y el procesamiento de la información, buscando preparar al individuo para enfrentar la vida.
Por lo anterior, se considera que el enfrentar la vida implica un dominio de los contenidos, la vida y la naturaleza de forma conjunta mediante el proceso pedagógico.
La estrategia de este modelo consiste en utilizar el conocimiento precedente para avanzar de lo simple y concreto a lo complejo y abstracto.
Para la implementación de este proceso, el modelo contempla una participación activa del individuo mediante la experimentación, la vivencia y la manipulación.
Modelos pedagógicos autoestructurantes – Constructivismo
Esta clasificación parte de consideraciones autoestructurantes, compartiendo bases teóricas con la escuela activa e integrando diversidad de posturas que provocan cierto relativismo entre aquello que es y que no es constructivismo.
Por lo anterior, el autor analiza el componente epistemológico de este modelo identificando que, el constructivismo considera que el conocimiento es una construcción del ser humano en donde existen diversas realidades individuales construidas y no gobernadas por las leyes naturales, otorgando el rol a la ciencia de creadora e inventora de realidades.
A nivel pedagógico, el constructivismo busca el cambio conceptual mediante la comprensión cognitiva, lo que motiva al uso de contenidos basados en los hechos y conocimientos científicos, donde más que el conocimiento se enfatiza en el proceso para alcanzar el dominio de los mismos.
El proceso se realiza de forma secuencial considerando los precedentes de la ciencia, el contexto y el estudiante a través del diálogo desequilibrante, el uso de talleres, laboratorios y operaciones mentales de tipo inductivo (de lo particular a lo general).
Pedagogía dialogante
Pedagogía dialogante, enfatiza en la construcción de estructuras mediante las dimensiones práctica, afectiva y cognitiva, apoyándose en la teoría de la modificabilidad cognitiva de Reuven Feuerstein, quien considera que la inteligencia es dinámica, relativista, optimista y contextual, privilegiando como mediador a la cultura, la cual permite la plasticidad y la flexibilidad del conocimiento al igual que su desarrollo.
Su propósito es permitir el desarrollo cognitivo, valorativo y praxiológico, partiendo del diagnóstico del nivel de desarrollo del individuo identificando debilidades y fortalezas, por lo que las estrategias se direccionan al tratamiento de las debilidades y las fortalezas de los individuos mediante un papel activo del estudiante.
Referencias bibliográficas
DE ZUBIRÍA, Julián. Los modelos pedagógicos. Hacia una pedagogía dialogante. 3. ed. Bogotá: Aula Abierta Magisterio. 2010. 238 p. ISBN: 958-20-0876-8
DE ZUBIRÍA, Miguel. Pedagogía y aprehendizaje: Los instrumentos del Conocimiento. Bogotá: Fundación Alberto Merani Para el Desarrollo de la Inteligencia del Autor. 1994. 52 p. ISBN: 958-94-0502-9
DE ZUBIRÍA, Miguel. Introducción a la pedagogía conceptual. Fundación Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani. In: Congreso latinoamericano de estudiantes de psicología. 2007. 16 p. http://psicoanalisiscv.com/wp-content/uploads/2012/03/ MIGUELDEZUBIRIA-afetividad-y-pedagog%C3%ADa1.pdf
FLÓREZ, Rafaél. Hacia una pedagogía del conocimiento. Bogotá: McGraw-Hill. 2001. 212 p. ISBN 10: 958-60-0226-8
Bien que conozcamos los distintos y diferentes modelos pedagógicos para tener una visión holista de este importante componente de cualquier sistema educativo. Sin embargo, creo que no hemos hecho suficiente énfasis en la idea relacionada con el rol del profesor o maestro, independiente del modelo pedagógico seleccionado. Me refiero a lo que significa para este profesor o maestro, su oficio; significancia que puede determinar su desempeño en su colegio; me refiero también, y relacionado con la anterior idea, al hecho de convertirnos en referentes (no modelos) para nuestros estudiantes. La sociedad colombiana siempre los ha necesitado. No estoy muy seguro de que hayamos respondido, desde nuestros roles de formadores/orientadores, a esta circunstancia. Considero que de la calidad de personas en que nos convirtamos, depende en gran parte que nuestras mejores intenciones por enseñar y nuestros mejores proyectos, tengan eco en el corazón de nuestros estudiantes.
Interesante y acertada reflexión